martes, 28 de abril de 2015

Panaderías para quedarse (#LePainQuotidien)

Me encanta cuando el deseo se me despierta por algo puntual, por ejemplo, papas rústicas; y finalmente el destino me lleva a un lugar que me invita a otros menúes y olvido literal y profundamente el menú de mis ansias.

#LePainQuotidien es una de esas actuales panadería-con-mesas o panadería-bar que hace pocos años empezaron a volverse costumbre. A mí se me cruzó a una hora de la tarde inmejorable así que entré y probé uno de los mejores menúes quizá que permiten probar la variedad de panes y confituras, que se suponen la especialidad del lugar.

Pedí un "Té para 2". Quedó en nombre más corto que el de Cerati y no quisiera saber lo abundante de aquel Té para 3. El mío, el de Le Pain Quotidien (Palermo), incluyó una variedad de panes en rodajas (integrales, blancos, con nueces) con una variedad de dulces (frutos rojos, zapallo, de leche). Todo hiper casero. Luego, para darle consistencia al tazón de café con leche, un roll de pasas, una medialuna con jamón y queso (croissant si les gusta), y un muffin de vainilla con chips de chocolate. Coronando la dulzura hasta el límite de lo resistible, una porción de tarta de chocolate belga que resultó ser una especie de tarta de masa de chocolate con relleno de chocolate y chocolate agregado, más o menos. Medidas justas si hubiese estado disponible la opción del muffin de queso en vez del de los chips; desbalance glucémico en esta ocasión. Cierra la merienda una limonada con menta que habría que haber inteligentemente dejado para el final.

Una panadería con alta cocina en una casa antigua muy copada en su diseño e iluminación; todo lo moderno que se puede ser. Incluso con la decoración retro. Patios, salones, pasillos. Recomiendo el pasillo que es un lugar que quizá si me hubieran ofrecido no hubiera elegido pero que me mantuvo conectado a las otras salas y apartado a la vez y metido entre ventanales y espejos antiguos casi mágicos.